Un estampa habitual en verano era la de ver los colegios cerrados por vacaciones. Durante décadas la programación de las actividades de verano de los niños era competencia absoluta del ámbito familiar. Lo común era que los niños quedaran a cargo de la madre o los abuelos. Sin embargo, para muchos núcleos familiares en los que ambos progenitores trabajan ese parón estival se convertía en una fuente de problemas por diversas razones como el no tener con quien dejar a cargo de los pequeños, oferta inadecuada o inexistente de actividades lúdicas para verano, falta de espacios como ludotecas o similares, poco presupuesto para campamentos de verano o cursos en el extranjero. Ante esta nueva coyuntura y siendo cada vez lo más habitual que ambos progenitores trabajen, cada vez son más los centros educativos que, a través de sus asociaciones de madres y padres, organizan campamentos urbanos para facilitar la conciliación de la vida laboral y familiar.

La oferta de actividades de estos centros es cada vez más completa y variada incluyendo, deportes, artes plásticas, clases de apoyo, teatro y música. Son cada vez más los colegios que se suman a esta iniciativa de promover un campus de verano que ofrezca a los padres un alternativa barata, fiable y divertida para dejar a sus hijos en los meses de vacaciones. Estos campamentos urbanos suelen funcionar de 9.00 a 14.00 horas, aunque hay posibilidad de dejar a los niños desde las 7.40 horas hasta las 15.15 horas. Algunos centros incluso ofrecen servicios de comedor en verano por lo cual los padres tienen la posibilidad de recogerlos ya incluso almorzados. El coste de los campamentos no suele ser muy elevado siendo más económico para aquellos padres que pertenezcan al AMPA.

En cuanto a las actividades, éstas suelen subcontratarse a alguna empresa especializada en actividades y animación para los peques mientras que la organización y las instalaciones las suele poner el propio centro. En los colegios públicos, los usual es que las asociaciones de madres y padres sean las que promueven estos campamentos, mientras que los centros concertados suelen programarlos directamente.

No cabe duda que esta nueva fórmula en forma de campamento urbano es un verdadero respiro para muchos padres trabajadores en época estival. Es una fórmula atractiva para los niños por el amplio abanico de actividades y diversión que ofrecen y al mismo tiempo una forma de seguir en contacto con los amigos. Para los padres supone una formula económica y fiable a la que confiar el

tiempo de ocio de sus pequeños en las vacaciones, y sin lugar a dudas ganan en tranquilidad al saber que están en buenas manos y siguen aprendiendo a la vez que se divierten. Y tú… ¿ya te has informado de la oferta de campamentos urbanos de los colegios de tu localidad?