El proceso de diseño de un uniforme implica atender a una serie de factores importantes que determinan entre otros aspectos la durabilidad de éstos y la satisfacción de los padres. Un centro, en el momento que decide ya sea bien implantar un uniforme desde cero o bien realizar un cambio o evolución de éste, debe plantearse una serie de aspectos que determinarán el éxito futuro de la uniformidad. Aspectos como la funcionalida

d y la durabilidad son primordiales para los padres cuya mermada economía en estos tiempos difíciles les lleva a una búsqueda de uniformes consecuentes con su relación calidad precio. En post anteriores hemos hablado del arma de doble filo que supone comprar uniformes de importación excesivamente baratos cuyo ciclo de vida suele ser escaso y lleva como consecuencia tener que comprar varias prendas en un curso escolar o finalmente optar por desembolsar el precio de un uniforme oficial de calidad. Al final es gasto suele ser generalmente mayor . En este mismo sentido, a la hora del diseño del uniforme hay que atender muy bien a la elección de las calidades que serán las que condicionen que el uniforme dure y pueda utilizarse durante más de un curso lectivo e incluso pasar de hermano a hermano en un mismo núcleo familiar. O incluso de hermano a primos.

En ocasiones los centros se dejan encandilar por nuevos tejidos o uniformidades extravagantes, ensalzándose en una búsqueda de una uniformidad transgresora que se aleja de convencionalismos.

Sin embrago, la elección de tejidos sintéticos novedosos que abusan de los derivados del petróleo como la viscosa y el poliéster presentan serios problemas de transpiración que podrían derivar en problemas de piel para el niño. Estos tejidos, usados primordialmente en uniformidades deportivas, caen en la contradicción palpable de no permitir una correcta transpiración en el justo momento en el que el cuerpo y la piel más lo necesitan. Un punto primordial al configurar prendas tan delicadas como las deportivas, que requieren un refuerzo debido a su uso, es el tejido a escoger, que debe garantizar la durabilidad, que no se produzca una decoloración y encogimiento con los lavados o estiramientos de la prenda debido a posturas forzadas.

En el caso de las uniformidades de calle escoger buenas calidades evitaran por un lado, la formación de pilling en el pullover y por otro el desgaste y encogimiento de los polos. En el caso de las faldas, el modelo convencional de tablón aunque más sobrio y clásico asegura el uso de ésta durante varios cursos debido a su funcional diseño frente a modelos más actuales como la falda pantalón que si bien tiene un diseño más atractivo, su funcionalidad y durabilidad se ven restringidas en base a su diseño.

Desde Ayapunt, os aconsejamos dejaros asesorar por expertos que avalados por su dilatada trayectoria y en el sector os aconsejaran en base a la experiencia adquirida a la lo largo de los años para que la decisión que adoptéis sea la más acertada. Decantarse por tejidos de toda la vida garantizan un correcto y probado rendimiento de éstas y no tienen porque suponer un hándicap a la hora de desarrollar una uniformidad moderna y atractiva.

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